domingo, 20 de enero de 2008

Siempre es la misma vision.
Suelo ver una especie de remolino, siempre desde arriba.
Todo es color gris, con matices un poco mas claros a veces, pero siempre es gris. Bordes negros. Colores tristes.
Todo gira a mi alrededor, sin control ni orden alguno, y veo como algo va cayendo.
Suelo verlo en camara lenta, a pesar de que todo sucede muy rapido.
Lento. Veo como desciende, y a pesar de que es un objeto inerte, mi pecho se llena de miedo y es casi imposible respirar profundamente.
De pronto, soy solo yo, cayendo. Con el antiguo cliche del que quiere gritar y no puede.
Y cuando parece que llego al fondo se abre un nuevo remolino. Infinito. Oscuro.

Unas veces estuvo tu mano. Abria mis ojos y te miraba. Inerte. Nada diferente a ti despierto. Todo exactamente tan callado y tan igual como siempre.

Entonces y de repente, aun despierta me succiona por los pies... Sientiendo como poco a poco sube por mis muslos, mi pelvis, mi estomago, mi pecho... tapa mi boca. Tu me estas viendo, pero no dices nada. No haces nada, pues puede que te succione a ti tambien, y eso te aterra.

Pues eso es lo que te mueve, el miedo.
Pues eso es lo que eres, un cobarde.

Y este remolino en el que me acostumbre a vivir me marea cada segundo, y ahora ya no es gris, sino mas bien una pelicula infinita que repite una y otra vez cada error que he cometido.

Lo siento. Tu incertidumbre me da ganas de vomitarte encima.