jueves, 27 de enero de 2011

1, se lee uno.

Te luciste.
Y soy muy graciosa al esperar menos de ti.
La salida te ha quedado perfecta, de película.
Yo sólo respiro profundo, lo que me recuerda que necesito encenderme un cigarro.

No vale la pena a esta hora de mi vida, hacer un recuento de los platos rotos,
ni de culpas, o de verdades relativas -aunque, contradictoriamente es
difícil afirmar que lo que pasó, pasó-.

Convicción, que tengo de sobra. Convicción que pierdes como a mí.

Convicción absoluta. Fe en mí, le dicen.

Estos días he afirmado tanto aquellos de que
las mejores decisiones suelen ser las más difíciles...
Yo por mi parte, me fumo una bocanada,
y le agradezco a quien quiera que haya que agradecerle
que cada vez se me haga más sencilla ésta en particular.

-No, no debes ofenderte; esto ni siquiera es contigo-

Es como ver y no entender nada.

lunes, 3 de enero de 2011

dosmilonce

... Y que en el dosmilonce sigas siendo el mismo soñador empedernido, amante de la trova y de la camaradería, de las sonrisas secretas, de los enigmas, de los misterios...

... Porque sino, ¿qué sentido tiene?.
Me perdonas, ya yo preferí una vez seguir disimulando que estoy.

En el 2011 ya no más; y, sin ánimos de presumir resoluciones de año nuevo -bla bla bla de cosas que no cumplirás- me limito a decir que no dejaré de fumar, de bailar, de escribir, de quejarme, de soñar, porque la verdad, la vida poco entiende de tiempo ni de fechas, ni de años nuevos o viejos.

Sigo siendo la misma que se despertó ayer o antier.
Tanto así que lo único que me importa es mi (tu) sonrisa, tanto así que sigo siendo la misma egoísta de siempre.

... Que en el dosmilonce sigas amando el vino del color que tanto me perturba, y sigas guardano tantas fotos mías en esa carpetica oculta de tu computadora, que puedas seguir respirando para saber, de cuando en vez, que sigues...