martes, 21 de diciembre de 2010

21

Han sido muchos días y no tantas noches.
Ya hemos aprendido que cuando la noche quiere continuar nunca encuentra dónde.
Y me parece ver mis rizos inexistentes entre tus dedos sonriéndome.

¡Qué vivan las lágrimas que no se llenan de dolor!

-"qué viva siento mi lengua cuando tu lengua está sobre la lengua mía"-

¿Quién dijo que los regalos sólo son para navidad?