Fíjate, yo nunca he sido muy buena hablando de asuntos delicados, acepto que soy muy mala enfrentado asuntos varios (como por ejemplo la verdad).
Mis "yo pensaba", "yo creía", "yo esperaba". Mis muchas maneras de vivir mis vidas.
Todas las cosas que creo mías se resumen en frustración.
Frustración que tiene que ver con tu pelo sin mis manos, y con todas las cosas que no hice (he hecho).
Con las cosas que parece que entendí, para luego darme cuenta de que no tengo ni idea.
Hoy soy Isa. Pero ya hace tiempo que repito esto como una letanía.
Yo no sé cual Isa soy, yo no sé ya mucho de nada.
La maqueta de mi futuro se estropeó en el camino. Yo no tengo "pega ega", y el silicón destruye el anime.
Yo soy Isa, pero no me acuerdo qué vine a hacer acá.
Supongo que tomé el camino equivocado, que ya no hay otra forma de explicar cómo se me exprime la sonrisa y la juventud en un rectángulo verde de dos por uno.
Yo no debería estar acá. Yo no debería respirar papel y tomate cuando podría respirar aire de nuevo.
Es difícil respirar dentro de una caja sellada.