domingo, 16 de marzo de 2008

El otro dia Dios me pregunto de repente: -Cuanto te esta doliendo mi silencio?-


Tan solo tuve chance de respirar un segundo, acto seguido la mano empezo a sangrar y yo no tenia nada cerca, algodon, algun tejido absorbente... y sangraba y sangraba...

Yo no tenia nada con que secar aquel liquido. Angustiada, me di cuenta de que empezo a secarse solo... iba cambiando de color. Primero rojo, un poco menos brillante que ese rojo de tu boca veneno, en cuestion de menos de segundos dejo de verse y reaparecio en un purpura irritante, que molestaba mis retinas. Cerre mis ojos.

Y cuando me di cuenta desperte, son tu silueta sublime a mi lado, y tapabas la luz que entraba por mi ventana. Por eso todo se veia tan oscuro pero es que ahi seguias. Ocultando la luz de mi ventana. Que metafora mas hiriente.

No hay comentarios: