jueves, 13 de noviembre de 2008

N.R

He decidido escribir sobre mi.
Soy una neurótica.
Punto.

Copio la letra de una de las mejores que he oído -sé que no hay mérito por eso... no me importa-


En el momento más sublime de mis sueños te encontré,
te vi pasar... tan bella
como princesa que conquista corazones al andar
como un regalo celestial que Dios me entrega.
Tus notas son la melodía que dan vida a mi cantar...

Te conocí como conozco al viento
fue tan de prisa como corre el tiempo
las ondas delta de mi pensamiento
crearon un sueño y fui feliz
Y te admiré como se admira un verso
me confundí como un niño en su cuento
más descubrí que el momento más sublime de mi sueño te encontré

Y es que busqué como una loca en cada link que conozco.
Sólo quería que sonara la canción mientras yo misma leía.

Ahora volviendo a lo mío.
Te quiero, quiero que todo sea perfecto.
Sé también que es imposible, pues la perfección no es más que un batido entre nuestros puntos de vista y nuestros prejuicios arraigados.
Sé que no es imposible que estés aquí.
A veces yo tampoco quiero, creéme.
Y quiero dejar todo, a veces es más fácil para mi estar en mi comodidad relativa,
mi burbujita de humo, mi parafernalia alterna, oh si... es más sencillo.
Allí no estás tu.
Allí estoy segura.
A salvo incluso de mi misma.
Quiero mezclarme contigo, aún más.
Mi orgullo herido -no por ti, hay un camino andado, ya lo sabes- no me permite mirar más allá, me cierra y me abre a su antojo.
Se tuercen tus principios para hacer el mal? Puedes. Pero yo no quiero.
Y no quiero sentir nada, ni siquiera miedo, mucho menos miedo.

Oh, mi bendita neurosis.
Sin ella jamás podría escribirte versos, ni sonreir y llorar en tu mirada.
Sin ella no podría ser tan compleja, tan especial, tan única.
Es mi sello, mi marca...
es también parte de la huella que dejaré en ti si alguna vez no estoy.

Te amo, pero a la vez no sé que es eso. No. Me niego a caer en los parámetros, en los nombres que la gente suele darle a las relaciones, sólo tu sabes, sólo yo sé.

1 comentario:

Lo que un día, no será. dijo...

Por momentos quiero ser como tu.